¡Decálogo
para conversaciones poderosas!
Publicado
por German Retana el día 15 feb, 2013.
En toda
organización se necesita conversar sobre cómo se comunican sus miembros, pues
lo cierto es que muchas veces los asuntos van mal, precisamente por la forma en
que lo hacen. El término comunicación proviene del del latín communicare, que
significa compartir, pero hay equipos en los que pareciera significar lo
contrario.
Hoy en día, existen organizaciones de clase mundial
que realizan campañas entre sus miembros para que se disciplinen a sostener
“conversaciones poderosas”. Proponemos un decálogo para lograrlo, ¿Qué
tanto se está practicando en su equipo?.
(1) Cuando alguien habla el resto calla: escuchar es el primer paso hacia un
diálogo constructivo. La atención es al 100%, sin distracciones de ninguna
naturaleza y no se admite tener más de una conversación al mismo tiempo.
(2) Tema iniciado, tema concluido: No hay desviaciones ni disgregaciones si no
se ha concluido el asunto anterior. Esto acrecienta la concentración,
profundidad y eficiencia de la discusión. (3) Quien dirige reparte, no acapara:
Los coordinadores estimulan los aportes de todos, son democráticos y
equitativos. Así aumenta el interés por contribuir y evita la sensación de ser
ciudadano de segunda categoría enajenado del centro de la conversación.
(4) Prohibido matar ideas: El respeto mutuo destierra el ¡No! Las
contribuciones son apreciadas mientras no se descarten con argumentos de fondo.
Jamás se descalifica un planteamiento solo por provenir de quien no goza de
simpatías. Este camino abona la imaginación y legitima el sentido de pertenencia.
(5) Lo que no se disuelve se resuelve: El orden es tan efectivo, que no se deja
nada pendiente. Entre todos conducen la conversación a buen puerto. La
proactividad no obstaculiza la profundidad de análisis. (6) Se permite decir
no: Las discrepancias son bienvenidas, de ellas nacen nuevas y mejores ideas.
Si no se está de acuerdo con las decisiones del jefe o del equipo, lo honesto
es expresarlo, pues nadie es infalible y siempre hay oportunidad para verificar
la validez de las decisiones.
(7) Solo es cierto lo que se expresa: Se descarta el veneno del chisme y del
“radio pasillo”. No se vale ocultar pensamientos para diseminarlos por medios
ilegítimos.
(8) Siempre hay tiempo: Conversar constructivamente conduce al alto desempeño,
por lo tanto, hacerlo bien es prioridad. “La gente olvida cuán rápido hizo un
trabajo, pero recuerda lo bien que lo hizo”, así resume H. W. Newton el estar
disponibles para resolver con calidad y tiempo oportuno lo que es importante
para el equipo. (9) Reír es obligatorio: Nada se toma tan en serio y mucho
menos personal; el humor es bienvenido.
Finalmente, (10) la misión, visión y valores de la empresa nos rigen: Al
decidir orientados por ellos, tendremos conversaciones y decisiones poderosas.
¿Es así en su equipo?
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