domingo, 5 de mayo de 2013

¡Equipo y más!


¡Equipo y más!  Germán Retana
Clase de biología-2011

"La amistad termina donde la desconfianza empieza." Este popular refrán ayuda a comprender por qué, en algunas ocasiones, pese a que todo parece funcionar bien en un equipo, no se percibe que el fuego por ganar esté encendido, que todos deseen ir por algo más que lo suficiente, que el alma colectiva esté inspirada.

Tanto en el acontecer deportivo como en el empresarial, hemos visto grupos de profesionales de excelente calidad técnica que se quedan en el camino o apenas llegan a las metas, pero no las exceden. Algo frena ese espíritu extra, ese desborde de pasión y de energía. Las relaciones son sanas, el respeto está presente y cada cual cumple su parte. Todo transcurre normalmente.     

En cambio, en esos mismos dos ámbitos presenciamos equipos que cruzan las fronteras que ellos mismos imaginaron como meta. Su fuerza es de tal magnitud que contagia y se impregna en sus aficionados o clientes; no parecen estar trabajando sino divirtiéndose, gozan estar juntos en una aventura desafiante y placentera a la vez. La química entre ellos es creciente. ¿Cómo lo logran? Muy simple: son amigos.

Los conceptos académicos se quedan cortos para explicar esa química; sencillamente han sabido cultivar una amistad real, sincera, de las que duran toda una vida. Entre sus miembros se atienden consejos, los roces u ofensas se procesan y se sigue adelante. Todos saben que la esencia está en cooperar con los otros, en construir y ser dignos de la confianza de sus compañeros. Como dice W. Von Eschenbach, no temen a los que discuten sino a los que tiran la piedra y luego se escabullen. Son confrontativos, directos y exigentes con y entre ellos mismos.         

Esos amigos hablan de todo, hasta de trabajo. ¿Quién no desea estar donde es apreciado? ¿A quién no le agrada sentirse importante para los otros?  Por supuesto, la rivalidad puede estar presente; pero, por encima de ella se tiene conciencia de que, como expresa el Rabino H. Kushner: "Cuando se mira hacia atrás, a todo lo que se ha hecho en la vida, se hallará más satisfacción en las alegrías que se ha provocado en la vida de otras personas, que en las ocasiones en que se les superó y derrotó."

Ese pegamento llamado amistad está compuesto de distintos ingredientes básicos: de  tolerancia, solidaridad en los momentos difíciles, celebración en los otros, humildad, desprendimiento de apetitos de gloria individual,  humor con respeto y crecimiento personal.

Invertir tiempo en conocerse, estar juntos, acumular anécdotas y contribuir mutuamente a cultivar una sana amistad, va alejando la desconfianza para convertirla en una dolencia de otros grupos  que no tienen la visión de ir más allá, y se arriesgan a ser apenas un equipo.


Analice: ¿Tiene usted un grupo, un equipo, o unos amigos con quienes se divierte, con exigencia, superando retos?

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